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Ello puede desplazar a Facebook

La nueva red social maneja como carta fuerte el respeto a la privacidad y la ausencia de publicidad; sin embargo, estos no son argumentos suficientes para hacer frente al gigante que es Facebook.

 
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En la última semana, la red social Ello despegó de una forma que ni siquiera anticipaban sus siete fundadores.
El cofundador de Ello Paul Budnitz dijo que el servicio, que por ahora requiere invitación, procesa cada hora un total de 40,000 solicitudes y aprobaciones. La comunidad LGBT está volcándose a este medio social después de ser desterrada de Facebook a causa de su política que exige a los usuarios usar su “nombre real”. Eso, más la promesa de cero publicidad, son las razones por las que algunos llaman a Ello el “anti-Facebook”.
Pero mantenerse relevantes en el competido mercado de las redes sociales no será fácil. Ello afronta varios desafíos, así que el ciberataque que impidió que los usuarios accedieran al sitio durante el fin de semana es el menor de sus problemas. ¿Los repasamos?
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Tiene que atraer a la gran mayoría, no sólo a unos pocos disidentes

La historia no está del lado de Ello. La startup App.net, una plataforma para acceder a muchas aplicaciones sociales en una red, debutó en 2012 con un manifiesto (de una forma muy similar a Ello). El fundador de App.net Dalton Caldwell criticó a Twitter (el servicio dominante ante el cual App.net se presentaba como alternativa) por su modelo basado en publicidad. Dalton dijo que los usuarios de Twitter eran “mercancía”, el mismo argumento que esgrime Ello en su crítica contra Facebook.
App.net nunca ganó tracción.
De acuerdo con Brian Solis, principal analista de Altimeter Group, son sólo unas “pocas voces” las que protestan por el diseño de Facebook o el acceso a los datos del usuario. El sentirse como un “producto” o “mercancía” no es una queja compartida por todos.

Si un modelo de negocio funciona, ¿para qué cambiarlo?

A diferencia de Facebook, que obtiene el 90% de sus ingresos de la publicidad, Ello no vende anuncios. Planea ganar dinero con un modelo freemium, es decir, aunque el servicio es gratuito los usuarios pueden comprar funciones especiales para personalizar su experiencia en la red social.
Budnitz arremetió contra los críticos, diciendo que es “muy triste” que la gente no le dé una oportunidad al modelo de negocio de Ello.
Pero “gratis” y “sin publicidad” son conceptos que no casan. App.net, que intentó esa combinación, anunció en marzo que ya no era lo suficientemente rentable para mantener su plantilla de empleados, por lo que los despidió a todos.

Gracias al síndrome “FOMO” el sitio gana usuarios, ¿pero qué hará que se queden allí?

Ello está recibiendo una avalancha de solicitudes de invitación, en gran parte porque aparece en las noticias, y porque la gente tiene miedo a perderse algo (esa ansiedad por perderse algún evento en las redes sociales que se conoce en inglés como FOMO, fear of missing out). Pero el miedo a perderse algo no es suficiente para mantener a los usuarios en el sitio.
“Por mucho que nos encante odiar a Facebook, han hecho un muy buen trabajo a la hora de ganarse nuestra la atención”, dijo Solís. “El tiempo que pasamos en Facebook es insólito, y no es una casualidad”. Sobre este respecto, no está claro qué motivaría a los usuarios a pasar tiempo en Ello, advirtió Solís.
Con todo, hay que concederle a Budnitz que su servicio aún está en etapa de desarrollo, y sus ambiciones no son tan altas como se podría pensar.
“Estamos, de hecho, en una versión beta de apenas cinco semanas”, dijo. “Está siendo desarrollado en vivo frente a los ojos de todos”.
Las comparaciones con Facebook son “halagadoras”, admitió, pero Ello “no pretende conquistar el mundo”.
Aun así, las frustraciones de los usuarios, entre ellas una deficiente herramienta de búsqueda (Budnitz reconoció que experimentaron algunos problemas con esta funcionalidad de búsqueda la semana pasada), pueden tener un impacto rotundo.
“Tienes una oportunidad para hacerlo bien. Si esa red se estrenó en beta, más le vale estar preparada para crecer”.

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El sexo en la oficina: vale la pena

Las oportunidades son buenas si te has enganchado con una mujer con quien pasas 8 horas 5 días a la semana.

 
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[box]Alice solo necesitó dos semanas para irse a la cama con Alex. Poco después, sus compañeros de oficina en el Departamento de Salud de Búfalo se dieron cuenta de que ambos se quedaban “trabajando” demasiadas noches seguidas hasta tarde.

No es de sorprenderse que la relación entre Alex, de 48 años, y Alice, de 26, fuera una de las principales noticias de la oficina. De hecho, poco después fue noticia de primera plana en el diario The Buffalo Courier. Esto sucedió por la sencilla razón de que Alex estaba casado y que, por si fuera poco, era el jefe de Alice. Esto sucedió en 1893.

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Bienvenidos al romance de oficina. Lo que a finales de 1800 era un escándalo, hoy solo nos hace encogernos de hombros. De hecho, una encuesta realizada por careerbuilder.com dice que hasta 40 por ciento de los empleados aseguran que han salido con alguien de la oficina (una de cada cinco ha sido con el jefe). Esto inició con la revolución sexual de los sesenta y se ha combinado con el hecho de que se ha cuadruplicado el número de mujeres en la fuerza laboral de las oficinas desde la segunda mitad del siglo XX. Así, un enorme número de mujeres y hombres se encontraron juntos por horas dentro de cuatro paredes, dice Julie Berebitsky, autora de Sex and the Office: A Story of Gender, Power and Desire.
Aunado a ello, las personas comenzaron a retrasar la edad de casamiento y creció el porcentaje de personas de entre 25 y 44 años que viven solas. El resultado: las oficinas se llenaron de solteros, quienes experimentan una segunda adolescencia, de citas en serie y experimentación sexual, dice Michael Rosenfield, profesor de sociología de la Universidad de Stanford. “Además, las oficinas ofrecen un gran ambiente para el amor”. Ambos sexos interactúan durante ocho horas al día o más, pero además acuden a las mismas fiestas o viajes de trabajo. Es de suponerse que ello aumenta por mucho su cercanía. “La psicología social de quién se enamora y por qué, tiene total sentido en el trabajo”, asegura Any Nicole Salvaggio, profesora de Psicología Industrial y Organizacional de la Universidad de New Heaven. “Compartir este tipo de experiencias hace que las personas se mantengan unidas”, dice.
El escándalo de Alex y Alice se hizo público y ascendió a las altas esferas del Departamento de Salud. Él fue suspendido y ella, forzada a renunciar. Pero desde 1980 los empleados han tenido que ser más imparciales en su disciplina, porque se han implementado reglamentos severos sobre comportamientos sexuales en las oficinas. Por ejemplo, se puede despedir a ambos en caso de que tengan un romance. Sin embargo, los empleados actualmente han aceptado como “inevitables” los romances en la oficina como parte de su trabajo, señala Lisa Mainiero, de la Universidad de Fairfield y autora de Love, Power and Sex in the Workplace.
Y esa es una suerte para ti, porque no hay mejor lugar para atraer a una pareja que la oficina. Esto se debe a que notará más tu encanto durante una presentación que cuando la abordas en un bar. La oficina es donde luces más, donde muestras más tu poder adquisitivo, tu inteligencia y ambición, las cualidades universalmente valoradas por las mujeres, dice David Buss, profesor de Psicología de la Universidad de Texas. Para su trabajo indagó datos de 37 países, desde el África Subsahariana hasta ciudades de Estados Unidos y Europa. Buss encontró que las mujeres alrededor del mundo valoran el poder y éxito de los hombres. Mientras tanto, ellas tampoco habían estado tan expuestas. Al trabajar con una, tendrás una perspectiva más real de ella, la cual no podrás ver en ningún otro ambiente. Por ejemplo, puedes notar cómo maneja las situaciones de estrés, cómo administra su tiempo o resuelve conflictos interpersonales y demás cosas que solo podrías descifrar viviendo con ella. Esta oportunidad de saber cosas de ella antes de salir, es la razón por la cual 10 por ciento de las parejas se conocen en los trabajos, advierte Rosenfield.
Pero no te apresures a invitarla a salir. Muchas cosas han cambiado desde la época de Alex y Alice. Los romances de oficina tienen su propio reglamento “no escrito”. Muchos hombres los descubren por ensayo y error, humillación pública o despidos. Por fortuna para ti, aquí te mostramos las ocho reglas básicas…
 
Regla #1 El compañero manda
Cuando Grant conoció a Amanda solo tenía 23 años, trabajaba en uno de los escalafones más bajos de Yahoo! Ella tenía 20, rubia, vestida por completo de negro y un lápiz en la oreja. De inmediato se sintió atraído por quien era su supervisora… Muchos de los romances entre jefes y subalternos comienzan de modo inocente. Pero lo que es sorprendente es cómo solo 25 por ciento de las compañías han establecido políticas específicas acerca de cualquier tipo de relaciones entre los empleados, de acuerdo con la Society of Human Resource Management. Claro que hay grandes diferencias entre lo que está permitido y lo que es inteligente. En el mismo reporte se asegura que 80 por ciento de los profesionales en recursos humanos (RH) y 60 de los empleados creen que las relaciones entre jefes y subalternos deberían estar prohibidas. De hecho quienes salen con sus superiores son considerados “de poca confianza” por sus compañeros. Por fortuna para Grant, fue transferido a otro departamento, y poco después comenzaron a salir. Comían juntos y fueron a tomar unos tragos con compañeros. Su amistad se fortaleció. Poco después, Grant terminó durmiendo en el sillón de Amanda mientras buscaba un nuevo apartamento qué arrendar. Pero tras una cena en el hogar de ella, él comenzó a besarla. A la mañana siguiente, despertó en su cama.
 
Regla # 2 Antes que nada, descubre qué tipo de relación será
A pesar de la consternación de Grant, esa noche fue el comienzo de un largo romance. Sin embargo, Amanda lo consideró un error de borrachera. Esta diferencia de percepciones es complicada para cualquier sujeto, pero cuando tienes que ver en la oficina a la mujer con la cual dormiste la noche anterior, te encontrarás en una situación bastante incómoda. Esto fue lo que le pasó a Max cuando tenía 23 años y Louise, 27. No pasó mucho tiempo desde que conversaran mientras tomaban cerveza en un pub cercano, hasta que se toquetearon debajo de la mesa mientras escuchaban una conferencia. La oficina resultaba muy divertida. Pero, poco después, ella era la única que estaba preparada para una relación más seria, y él solo quería huir. Lo que les pasó es común en los infructuosos romances de oficina: uno de ellos coqueteará con las demás. Por fortuna, Max no lo hizo. Sin embargo, el rechazo puede afectar mucho psicológicamente. De verdad. Un estudio publicado en el Journal of Neuropsychology asegura que terminar una relación activa los mismos centros cerebrales que la adicción a la droga en personas que experimentan dolor físico. Es decir, terminar con un compañero de oficina, tiene el mismo efecto que aquel a quien se le suspende el consumo de crack.
Regla # 3 Prepárate para romper
No importa cuan prometedora puede ser esa relación que acabas de comenzar en el trabajo, las estadísticas señalan que 60 por ciento de las nuevas parejas terminan durante el primer año, asegura Michael Rosenfield. Para evitar el lado feo de la ruptura con un compañero, lo mejor es hablar del tema en la primera etapa del romance, cuando ninguno de los dos sabe qué pasará con su relación.
La profesora Lisa Mainiero entrevistó a 100 mujeres ejecutivas acerca de este tipo de romances, y encontró que aquellas quienes vieron de manera más positiva las rupturas eran las que lo hablaron desde la primera cita. Es correcto, porque si intentas hacerlo cuando ya hay sentimientos de por medio, será demasiado tarde. Y como tu ex no se convirtió en tu ex compañera de trabajo, lo que menos buscas es que esté molesta o murmure de ti en los baños, asegura Mainiero, “pero es bueno tener estrategias”.
En el caso de Grant y Amanda, las cosas se veían mal incluso desde antes de empezar. Ella deseaba que solo fueran amigos. Él quería todo o nada. Pero, en una oficina, la persistencia se convierte en molestia y después en una llamada de RH. Así que debes aguantar en silencio. Y eso fue lo que hizo Grant, “aunque estaba furioso”, dice. Sin embargo, ambos tuvieron suerte, porque en el preciso momento en que su relación decaía, otra pareja de la oficina mostró exactamente lo que no se debe hacer en el trabajo: terminaban y volvían constantemente, se odiaban y amaban. “Su relación era ridícula y se volvió un problema serio”, asegura Grant. Y es que, cuando estás en medio de un drama amoroso en el trabajo, cualquier cosa puede pasar, aunque creas tenerlo todo bajo control.
Regla # 4 No mezcles la alcoba con la oficina
Para evitar vivir una telenovela, nunca hables de problemas personales en la oficina. Ello hará que las cosas negativas permanezcan a flote, dice Tina Tessina, autora de Unofficial Guide of Dating Again. “Si algo va mal, no puedes permitir que interfiera en tu trabajo”. Ten en cuenta el caso de Rick y Nina. Lo suyo comenzó cuando él, a sus 26 años, trabajaba como pasante legal; ella era asistente de investigación. Luego, Rick fue contratado de tiempo completo como abogado. En ese momento, él comenzó a tratarla con la misma distancia profesional que a las otras investigadoras. “Ante los demás nos tratamos de manera formal”. Existe una buena razón para mantener la distancia: estar con tu pareja en horas laborales puede hacer que ambos descuiden otras relaciones importantes. Los demás compañeros de trabajo se sentirán abandonados y habrá resentimiento. Esto es más que cambiar a tus amigos por una chica, pues ellos pueden frustrar algunos ascensos.
Regla #5 Ponte en sus zapatos
Quizá piensas que, en la oficina, es igual para todos. Pero en realidad ellas tienen que luchar muy fuerte por cosas que a ti se te conceden con facilidad. Por esta razón, si tienes una relación con ella, es normal que se preocupe más que tú por el qué dirán. En un estudio publicado en el British Journal of Management, titulado “Don`t Screw the Crew”, la doctora Kathleen Riach, de la Universidad de Essex, en Inglaterra, señala que los estereotipos sexistas emergieron cuando entrevistó a los empleados de una cadena de pubs del Reino Unido acerca de los romances entre empleados. “Para los hombres significa una forma de hombría”, explica Riach. “Mientras que ellas lo ven como una manera de ser promiscuas”. Cuando Vivian, de 27, y Mike, de 33, comenzaron a salir, ella era la editora de un suplemento semanal de un diario. En una ocasión, Mike dijo a otro editor que Vivian era una gran reportera. El otro le dio una palmada a Mike, mientras le decía, con una expresión machista: “Ya sé qué es lo que te investiga”. Aunque todo fue a modo de broma y se lo contó a Vivian, ella se mortificó. “Sé que él, a través de su estatus, trataba de ayudarme en mi carrera, pero en realidad no quería que saliera el tiro por la culata”, dice ella.
Regla #6 No te engañes, ellos saben
Grant y Amanda dejaron de hablarse durante semanas. Después, la tensión se hizo insoportable, por lo que acordaron verse fuera de la oficina. Sin embargo, ella necesitaba tiempo para digerir lo que había pasado y saber si quería estar con él. Comenzaron a verse, pero fue demasiado pronto y no querían que sus compañeros se dieran cuenta… La encuesta de CareerBuilder señala que 37 por ciento de las personas envueltas en uno de estos romances buscan mantenerlos en secreto. Pero, ¿lo consiguen? No importa qué tan discreto quieras ser, tus compañeros identifican otras señales de romance, como el lenguaje corporal, así que es inevitable. En una de las veces que Amanda y Grant se quedaron en el departamento de ella, en la calle se encontraron a un funcionario de RH, a quien le extrañó verlo en el vecindario. Y le preguntó a ella “¿él no vive en el otro lado de la ciudad?” Ella dijo que había acudido a una cita con el dentista. “¿A las 7 AM?”, cuestionó. Era obvio que no se creyó la historia. Aquí, hay que considerar que la manera en como los compañeros se enteran de la relación puede afectar la opinión que se tiene de la pareja.
Regla #7 No lo hagas sobre la copiadora…
…O en el cuarto de limpieza o en cualquier otro de los lugares mencionados por las mujeres encuestadas por la empresa WorldWIT como los más frecuentes para tener encuentros sexuales con un compañero de oficina, incluidas las salas de conferencia, elevadores y el escritorio del jefe. Muchas de estas relaciones son de “no puedo quitarte las manos de encima”. Pero en realidad sí puedes (y debes), porque no solo se trata de violar las políticas de la oficina, sino que pones nerviosas a las demás personas a tu alrededor, como tu compañero que lleva seis meses sin acostarse con alguien. Lo cierto es que más de la mitad de empleados creen que no son correctas las muestras de afecto en un lugar de trabajo. En el caso de Andrew, de 26, y Mia, de 34, quienes no eran nada discretos, cuando se besaban efusivamente durante los trabajos de equipo, ella hablaba sobre la reacción de los demás. En una ocasión ella recibió una carta de un compañero en la que ejemplificaba su descontento con la frase: “¡Feliz cumpleaños a la zorra de la oficina!”
Regla # 8 Protege tu reputación
Hablando de zorros y zorras, no seas uno. Aunque solo sea una percepción de que eres un casanova en la oficina, será muy contraproducente para las demás compañeras, dice Stephanie Losee, coautora de Office Mate: The Employee Handbook for Finding -and Managing- Romance on the Job. Pero además genera chismes que podrían afectar tu desarrollo profesional en el futuro. Un estudio desarrollado en la Universidad de Indiana demostró que aquellas personas, quienes “andan en boca de todos”, con frecuencia son molestados públicamente en las juntas de trabajo.
Esto mismo le pasó a Jason, de 32, quien había sido etiquetado. Durante cuatro años salió con su compañera Jen, de 29. Sin embargo, no supo que llevaba un estigma sino hasta que se cambió de compañía. Al poco tiempo, descubrió que en el otro trabajo había un rumor que decía que se cuidaran las mujeres de él, mas lo que nadie sabía es que, para entonces, él y Jen ya vivían juntos. Su reputación lo precedía.
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La compañera de trabajo
¿Esas sonrisas que te lanza son solo porque está en el mismo proyecto que tú? Investígalo, dice Tony Coleman, psicoterapeuta y consejero matrimonial. Busca estar con ella sin hablar de trabajo. Si te insinúa una escapada a la sala de conferencias, sugiérele unos tragos al salir.
El reporte directo
“Debes estar preparado para decir: Prefiero esto a mi empleo“, añade Coleman. Si es verdad y te encuentras seguro de que ella siente lo mismo, entonces platiquen y sugiérele que es momento de hablar con sus jefes acerca de su relación.
 
La que trabaja en otra área
Con ella, si las cosas se tornan extrañas, al menos no tendrás que verla 17 veces durante el día. Lo malo es que tienes que hacer un trabajo extra para conocerla o al menos romper el hielo. “Prepara un comentario inteligente para cuando la encuentres en el elevador”, dice Coleman. “Si solo tuvieras 30 segundos con ella, ¿qué harías para llamar su atención?”.
 
La nueva
“Ella quiere caerle bien a todos. No te equivoques y pienses que está interesada románticamente en ti”, añade. Sé amable y permite que se desenvuelva por la oficina antes de que la invites a salir. Cuando ella se adapte a su nuevo lugar de trabajo, podrás saber si te sonríe porque le gustas o solo porque no recuerda tu nombre.
 

Fuente:http://www.esquirelat.com
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